Las mejores playas de Cerdeña para enamorarse de la isla italiana

Este paraíso del Mediterráneo es conocido por infinitas razones, pero una de las más evidentes son sus maravillosas playas, algunas de las cuales se encuentran entre las más bellas de Europa. Con una mezcla perfecta entre las aguas cristalinas y los colores verdes y grisáceos de la vegetación y el entorno rocoso que las rodean, la costa sarda conforma uno de los paisajes más deseados de Italia.

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Cala Goloritzé (BaunEi)

En el este de la isla, justo donde se encuentran el mar y la montaña, nace esta insólita cala que, por sus curiosas formas rocosas y aguas turquesas, se ha convertido en la playa más bonita de la isla. Declarada Monumento Natural de Cerdeña en 1993, también ha sido propuesto para ser Patrimonio Nacional de Italia.

Su distintivo, la famosa aguja rocosa Monte Caroddi, que con sus 143 metros de altura sobresale entre el mar y las montañas creando un paisaje qua atrapa a cualquier amante del mar. Su encanto y pureza se deben a que ha conseguido mantenerse virgen debido a su difícil acceso. Por tierra solo se consigue llegar a pie, haciendo trekking, ya que el coche se debe dejar unos kilómetros atrás. Y para llegar al mar, se necesita más o menos una hora y descender unos 500 metros, aunque también se puede acceder en barco, lo que permite aprovechar y ver más playas y calas de los alrededores.

Playa La Pelosa (Stintino)

Este paraíso en el golfo de Asinara, en la punta más noroeste de la isla, se caracteriza por su arena fina y blanca y por su agua cristalina que, durante metros y metros, llega tan solo hasta los tobillos. Aunque parece un destino tropical por el color de sus aguas, su entorno más montañoso recuerda que sigue anclada al Mediterráneo. A pocos metros, hay un pequeño islote con una torre vigía, que, para los más aventureros, se puede alcanzar nadando. Muy cerca se llega a Stintino, el antaño fue un pueblo de pescadores y ahora se ha convertido en uno de los sitios más turísticos de la isla.

Playa Poetto (Cagliari)

Entre Cagliari y Quartu Sant’Elena se extiende a lo largo de ocho kilómetros esta asombrosa playa del golfo de los Angeli. Aunque ahora es una de las playas más visitadas y conocidas de la isla -por eso se conoce como la playa de los Cien Mil- hace años los habitantes de Cagliari preferían la parte occidental del golfo. Debido a su longitud, hay distintas paradas de autobús que permiten llegar hasta ella. Son tantas, que cada tramo de la playa ha adoptado el nombre de la parada de autobús que tiene más próxima. La más concurrida, por ejemplo, es Marina Piccola, donde se encuentra el puerto marinero.

Porto Istana (Olbia)

Esta playa de aguas turquesas y cristalinas se encuentra en la base de Cabo Ceraso, en el Golfo de Olbia, al noreste de la isla. Su arena blanca se difumina con el comienzo de la pequeña ciudad recreando una imagen digna de convertirse en postal. A la lejanía, ofrece vistas a Isola Tavolara, un pequeño islote de apenas 5 kilómetros de largo en forma de montaña que sobresale del mar, a la que se puede llegar en barco desde Porto San Paolo.

Playa de Tuerredda (Teulada)

Sin exageraciones, esta es una de las playas más impresionantes de la isla, sobre todo por la mezcla de tonalidades de azules que ofrecen sus aguas. Entre Capo Malfatano y Capo Spartivento, en el punto más al sur de la isla, se extiende esta joya del Mediterráneo en forma de V. Desde la arena, a lo lejos, se puede ver la Torre di Capo Malfatano, una atalaya de vigilancia que data del siglo XVI. Destaca el pequeño islote que sobresale a sus alrededores, a apenas 150 metros, al que se puede acceder nadando desde la orilla de la playa, a menudo rodeada de veleros que parece que la vigilen. Por la transparencia de sus aguas es una de las mejores zonas para los amantes del snorkel y el buceo.

Cala Luna (nuoro)

El paisaje que rodea esta playa del Golfo de Orosei, entre Baunei y Dorgali, es uno de los más emblemáticos de la isla, con altas paredes rocosas llenas de grutas naturales que le dan un aspecto completamente diferente al del resto de playas y calas de la zona. En ella se pueden encontrar hasta ocho enormes cuevas que, en ocasiones, pueden servir como refugio natural en días muy soleados y calurosos. Aunque su mayor atractivo pueden ser estas formaciones en la roca, sus alrededores ofrecen todavía más: encima de la playa, se encuentra un bosque perfecto para rutas de trekking, que permite entender el porqué del nombre de esta playa al dejar entrever su forma de media luna.

Playa Rosa (Isla Budelli)

En la Isla de Budelli, una de las que forman el archipiélago de La Maddalena, el color de sus aguas cristalinas no solo contrasta con el verde de la vegetación que la rodea, sino también con el color rosa de la arena que le da nombre. Este color se debe a unos microorganismos que viven en las conchas en medio de las praderas de posidonia que, cuando mueren, son arrastradas hasta la orilla donde se descompone por el agua y el viento, y dejan este color en el punto donde se mezcla la arena y el mar. Tan impresionante es el escenario que hasta se ha llegado a convertir en set de El desierto rojo (1964), del director italiano Antonioni Michelangelo. A día de hoy ya no se puede pisar esta playa debido a los malos cuidados que ha recibido por parte de sus visitantes a lo largo de estos años. Solo se puede acceder en barco a poco menos de 70 metros de distancia de la orilla, donde se ubican las boyas que delimitan la zona que ya no se puede traspasar.