Qué es el Met y por qué se celebra una gala en este museo cada año

Se ha teorizado mucho sobre la posibilidad de viajar en el tiempo. Sobre la caprichosa idea de jugar con las manecillas del reloj y retroceder a otras épocas. Lamento comunicar –sobre todo a los más nostálgicos– que, hasta el momento, no se ha inventado ningún artefacto que permita cumplir esa fantasía. Sin embargo, existe un lugar situado frente al Central Park de Manhattan en el que, dando un poco de rienda suelta a la imaginación, se puede realizar este viaje: es el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, hogar de más de dos millones de objetos que abarcan 5.000 años de historia.

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Inspirado en los grandes museos de Europa

El origen de este museo se remonta al año 1866, cuando un grupo de empresarios estadounidenses que habían viajado a París decidieron crear una “institución nacional y galería de arte” para acercar el arte y la educación artística a los ciudadanos. También lo hicieron impulsados por las ansias fundar un centro que pudiera competir con los grandes museos europeos que tanto les habían inspirado. A su regreso a los Estados Unidos, el grupo se puso manos a la obra y, el 13 de abril de 1870, el Museo Metropolitano de Arte vio la luz.

El primer objeto adquirido por el museo llegó a la sede el 20 de noviembre del mismo año. Era un sarcófago romano al que le siguieron, pocos meses más tarde, 174 pinturas europeas –entre las que se encontraban obras de Anthony van Dyck, Giovanni Battista Tiepolo y Nicolas Poussin–, y muchos otros objetos que se fueron acumulando entre las paredes del Edificio Dodworth, situado en el número 681 de la Quinta Avenida. 

Tras cumplir su primera década, en marzo de 1880, el Metropolitan se trasladó al icónico edificio neoclásico diseñado por Calvert Vaux y Jacob Wrey Mold, construido en el número 1000 de la Quinta Avenida, junto al Central Park de Nueva York. Con el paso de los años, la colección del museo creció y, en paralelo, el edificio se fue ampliando hasta llegar a los 180.000 metros cuadrados de los que dispone hoy, dando cabida a las miles y millones de obras que colman las salas de la pinacoteca.

Obras de arte de todas las culturas y civilizaciones

No sé cuántos años harían falta para contemplar todos los objetos que alberga este grandioso museo y disfrutar de los detalles y las historias que esconde cada uno de ellos. Habría que recorrer veintiún edificios –divididos entre The Met Fifth Avenue y The Met Cloisters– y los diecinueve departamentos en los que está dividida la colección. Estos son: arte decorativo estadounidense; pintura y escultura estadounidense; arte de Oriente Próximo antiguo; armas y armaduras; arte de África, Oceanía y América; arte asiático; dibujos, grabados y fotografía; arte egipcio; pintura europea; esculturas y artes decorativas europeas; arte griego y romano; arte islámico; colección Robert Lehman; las bibliotecas; arte medieval; arte moderno; instrumentos musicales; fotografías; y, por último, el instituto del vestido. 

Dada la inmensa variedad de posibilidades, el viaje temporal a través de las obras del Met se expandirá o reducirá según el interés y las horas de las que disponga cada uno. Hay quien priorizará descubrir la impresionante colección de momias y sarcófagos del área egipcia, para terminar en el Templo de Dendur. Otros se decantarán por atravesar las salas de pintura europea, reconociendo a los artistas más venerados de la historia entre aquellas paredes. No faltarán los atrevidos que se propongan recorrer todas las salas de The Met Fifth Avenue, a modo de maratón histórico-artística, para quedarse, al menos, con un pellizco de cada época. Y, por supuesto, habrá quien pasee por el museo imaginando cómo este se transforma al acoger, durante una de las primeras noches de mayo, la prestigiosa Met gala.  

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La gala más esperada del mundo de la moda

Este venerado acontecimiento, celebrado de forma anual, es, en realidad, un evento de recaudación de fondos que organiza el Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte. La Met gala sirve como inauguración de la exposición del Instituto del Vestido y los fondos recaudados se emplean para financiar las muestras, adquisiciones, conservación de prendas históricas y programas educativos del instituto. 

Sin embargo, su fama mundial se debe al espectáculo que se crea alrededor de los invitados: una lista de celebrities elegidos cada año de forma muy exclusiva, que lucen los mejores vestidos y trajes de los diseñadores más famosos del mundo. Los invitados deben cumplir con una etiqueta muy rigurosa, basada en el tema que elige Anna Wintour, directora del Instituto del Vestido y del evento, además de editora jefa de la revista Vogue.

Este año, la temática elegida es «El jardín del tiempo», una idea inspirada en el cuento homónimo de J. G. Ballard, con la que buscan rendir homenaje a la idea de la “belleza fugaz” y el carácter efímero de la moda que también articulará la exposición de 2024 del Instituto del Vestido, titulada Bellas durmientes: reanimando la moda. La premisa, de un incuestionable potencial poético, promete convertir la noche del 5 de mayo en una de las más hermosas celebradas en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.