Mujeres en la antigüedad

Enheduanna, la primera poeta conocida de la historia

El disco de Enheduanna, descubierto por Leonard Woolley en Ur, muestra a la suma sacerdotisa de pie en actitud de adoración (segunda por la izquierda).

El disco de Enheduanna, descubierto por Leonard Woolley en Ur, muestra a la suma sacerdotisa de pie en actitud de adoración (segunda por la izquierda).

El disco de Enheduanna, descubierto por Leonard Woolley en Ur, muestra a la suma sacerdotisa de pie en actitud de adoración (segunda por la izquierda).

Penn Museum (University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology)

En el año 1926, el prestigios arqueólogo británico sir Leonard Woolley se encontraba junto a su equipo excavando en la antigua ciudad sumeria de Ur (en el actual Iraq). Woolley estaba explorando la zona del giparu (donde al parecer residía el sumo sacerdote), en el complejo del templo del dios lunar Nanna, situado muy cerca del famoso zigurat, cuando desenterró un disco de piedra caliza, de unos veinticinco centímetros de diámetro, en el que se habían representado escenas que, al parecer, estaban asociadas a este dios sumerio de la Luna.   

La pieza, conocida como el "Disco de Enheduanna", estaba rota en fragmentos, pero tras un meticuloso trabajo de restauración, los arqueólogos descubrieron que en aquella pieza se habían representado diversos personajes y que contenía también algunas inscripciones. Entre ellas destacaba el nombre de una princesa acadia llamada Enheduanna. En el disco se podía leer: "Enheduanna, sacerdotisa-zirru, esposa del dios Nanna, hija de Sargón, rey del mundo, en el templo de la diosa Inanna". Pero ¿quién fue aquella misteriosa mujer que mereció el privilegio de ser mencionada en una inscripción sagrada?

Imagen del arqueólogo británico Charles Leonard Wolley tomada en el año 1915.

Imagen del arqueólogo británico Charles Leonard Wolley tomada en el año 1915.

Imagen del arqueólogo británico Charles Leonard Wolley tomada en el año 1915.

Colección Hulton-Deutsch (CC0 1.0)

La princesa-sacerdotisa

De hecho, de la figura histórica de Enheduanna se conocen muy pocos detalles. Se sabe que vivió hacia el año 2200 a.C., que era hija del fundador del Imperio acadio, Sargón I, y de su esposa Tashlultum, y que ejerció como sacerdotisa del dios lunar Nanna en la ciudad mesopotámica de Ur. La etimología del nombre de Enheduanna es una combinación de las palabra "en", que en sumerio significa sacerdote, "hedu", que significa adorno, y "ann", cuyo significado es cielo. Así pues la traducción literal de su nombre sería: "Suma Sacerdotisa, Ornamento del dios del Cielo". 

Se sabe que Enheduanna vivió hacia el año 2200 a.C. y que era la hija del fundador del Imperio acadio, Sargón de Acad.

Detalle del disco de alabastro en el que puede verse a Enheduanna como suma sacerdotisda de la diosa Inanna.

Detalle del disco de alabastro en el que puede verse a Enheduanna como suma sacerdotisda de la diosa Inanna.

Detalle del disco de alabastro en el que puede verse a Enheduanna como suma sacerdotisda de la diosa Inanna.

Mefman00 (PD)

Sabemos que Enheduanna fue nombrada suma sacerdotisa por Sargón I. Y, en función de su cargo, asumió la responsabilidad de unificar los panteones sumerio y acadio para lograr la estabilidad que necesitaba el joven imperio fundado por su padre. A Enheduanna se le atribuye asimismo la creación de las bases de la poesía, los salmos y las oraciones que marcarían los ritos religiosos de la antigüedad. Según el historiador británico Paul Kriwaczek, las composiciones de Enheduanna, "aunque no se han vuelto a descubrir hasta la actualidad, fueron modelos de las plegarias durante [siglos]. A través de los babilonios, influyeron e inspiraron las oraciones y los salmos de la Biblia hebrea y los himnos homéricos de Grecia".

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la ayuda de la diosa Innana

Enheduanna era devota de la diosa de la guerra y de la fertilidad, la Innana sumeria y la Ishtar acadia. Tras la muerte de su padre Sargón I, Enheduanna escribió un poema narrativo dedicado a esta divinidad titulado La exaltación de Inanna, en el cual la sacerdotisa le pedía ayuda para enfrentarse al acoso al cual se vio sometida por parte de Lugalane, probablemente un rey de Ur que se rebeló contra Naram-Sin, el nieto de Sargón, cuarto rey de Acad tras su tío Rimush y su padre Manishutusu, ambos hijos de Sargón.

Y no solo eso. En palabras de la propia Enheduanna, Lugalane era un rebelde que profanaba el templo convirtiéndolo "en una casa de mala reputación, forzando su entrada dentro como si fuera un igual", y añade furiosa: "¡Se ha atrevido a acercarse a mí en su lujuria!". Finalmente, Lugalane mandaría al exilio a la rebelde Enheduanna hasta que finalmente Naram-Sin logró vencer al insurrecto y ella logró ser restituida como suma sacerdotisa en el giparu de Ur.

 Enheduanna era una devota de la diosa de la guerra y de la fertilidad llamada Innana en sumerio e Ishtar en acadio.

Representación de la diosa Inanna expuesta en el Museo Británico de Londres.

Representación de la diosa Inanna expuesta en el Museo Británico de Londres.

Representación de la diosa Inanna expuesta en el Museo Británico de Londres.

Hispalois (PD)

Entre la amplia producción literaria de Enheduanna destacan algunas obras poéticas como Inninsagurra (La señora del gran corazón), Ninmesarra (La exaltación de Inanna) e Inninmehusa (Diosa de los poderes aterradores), poemas dedicados a su adorada Innana. Estos himnos están considerados por los investigadores como los primeros intentos de establecer una teología ordenada. De hecho, los textos compuestos por Enheduanna se han reconstruido a partir de 37 tablillas descubiertas en las ciudades de Ur y de Nippur, que datan del período Ur III (hacia 2112 a.C.-2004 a.C.). Esta colección se conoce como Los himnos de los templos sumerios, y en ellos Enheduanna afirma: "Rey mío, algo se ha creado que nadie ha creado antes".

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el papel de Enheduanna en la sociedad

Historiadores y expertos en literatura consideran a Enheduanna como la autora de al menos 42 himnos escritos en acadio destinados a los rituales que se realizaban en los santuarios de todo Sumer y Acad, incluidos los grandes complejos de Eridu, Sippar y Eshnunna. Asimismo, el de Enheduanna es el primer caso conocido en el que el nombre de un autor se graba sobre tablillas de arcilla. Enheduanna es también la única mujer que aparece entre los grandes autores de la literatura mesopotámica, y, como hemos visto, su obra literaria se componía fundamentalmente de himnos dedicados al dios Nanna de Ur, así como a la diosa Inanna, protectora de la dinastía real de Acad.

Historiadores y expertos en literatura consideran a Enheduanna como la autora de al menos 42 himnos escritos en acadio para los rituales de los templos mesopotámicos.

Sello cilíndrico de origen acadio (2334 a.C.-2154 a.C.) en el que se representa a la diosa Inanna, tema central de los tres himnos atribuidos a Enheduanna.

Sello cilíndrico de origen acadio (2334 a.C.-2154 a.C.) en el que se representa a la diosa Inanna, tema central de los tres himnos atribuidos a Enheduanna.

Sello cilíndrico de origen acadio (2334 a.C.-2154 a.C.) en el que se representa a la diosa Inanna, tema central de los tres himnos atribuidos a Enheduanna.

Sailko (CC BY 3.0)

Muchos expertos creen asimismo que algunas obras hasta ahora catalogadas como anónimas podrían ser atribuidas también a Enheduanna. En todo caso, su producción desvela datos muy interesantes sobre el papel que jugó la sacerdotisa en una sociedad, la mesopotámica, en la que el rol de la mujer estaba completamente sometido a la voluntad masculina. Con todo, Enheduanna ejerció un papel muy importante como suma sacerdotisa, ya que no solo era la encargada de dirigir el culto y gestionar el funcionamiento del giparu de Ur, sino que además se responsabilizó de supervisar las cosechas y administrar los silos de cereales, las viviendas e incluso las tabernas que dependían del templo. De hecho, Enheduanna fue, al parecer, además de una firme unificadora de las tradiciones sumerias y acadias, una administradora cualificada.  

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