Alimentación en la Edad Media

¿Cuál era la dieta de los cruzados en Tierra Santa? Este estudio lo revela

Miniatura que muestra la toma de Jerusalén durante la primera cruzada. 

Miniatura que muestra la toma de Jerusalén durante la primera cruzada. 

Miniatura que muestra la toma de Jerusalén durante la primera cruzada. 

PD

Fundada por los fenicios en el siglo VI o V a.C., la localidad de Arshuf, bautizada así en honor a Reshef, el dios cananeo de la fertilidad, la guerra y los infiernos, fue una ciudad-fortaleza construida en lo alto de un acantilado frente al Mediterráneo que estuvo habitada de manera ininterrumpida hasta el siglo XIII. Rebautizada con el nombre de Apolonia en época helenística y romana, en el año 640 la ciudad (que se halla a 15 kilómetros de la actual Tel Aviv) fue conquistada por los musulmanes, quienes le restituyeron su antiguo nombre.

Arshuf sería tomada por los cruzados del rey Balduino I de Jerusalén en 1101, que la llamaron Arsur, reconstruyeron sus murallas y fundaron la Orden de Arsur en Jerusalén. Finalmente, en 1265, el sultán Baibars al frente de su ejército mameluco, conquistó la fortaleza, y tras reducirla a cenizas para que los cruzados no la volvieran a conquistar, la acabó abandonando. 

Hábitos alimenticios

En la década de 1990, el yacimiento fue excavado por primera vez por los arqueólogos, y unos años después, en 2002, fue abierto al público como Parque Nacional de Apolonia. Finalmente, los trabajos de excavación que se han sucedido en el lugar han culminado en un estudio arqueobotánico realizado por investigadores de la Universidad de Tubinga (Alemania), de la Universidad de Haifa y de la Universidad de Tel Aviv en colaboración con especialistas del Museo de Cerámica Westerwald, también en Alemania, que ha sacado a relucir los posibles hábitos alimenticios de los cruzados que estuvieron acantonados en Arsur.

Excavado por primera en la década de 1990, el yacimiento fue abierto a los visitantes como Parque Nacional de Apolonia en 2002.

Imagen de semillas de higo mineralizadas (a, b, c ), zanahoria (d), hinojo (e), morera blanca (f) y haba (g).

Imagen de semillas de higo mineralizadas (a, b, c ), zanahoria (d), hinojo (e), morera blanca (f) y haba (g).

Imagen de semillas de higo mineralizadas (a, b, c ), zanahoria (d), hinojo (e), morera blanca (f) y haba (g).

Andrea Orendi

Las excavaciones se han centrado en tres áreas del antiguo núcleo amurallado de Arsur datadas entre los siglos XII y XIII. Aquí, los investigadores descubrieron un vertedero que fue usado como pozo negro y en cuyo interior descubrieron alrededor de 12.000 semillas de higos mineralizadas junto con pepitas de uva, bayas secas y moras blancas carbonizadas. El elevado número de restos de higos que se ha localizado hace suponer a los investigadores que estos eran consumidos de forma habitual, ya fueran frescos o desecados para su conservación. 

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Dieta mediterránea

Otras zonas del yacimiento de Arsur han mostrado asimismo restos de una amplia gama de cereales como trigo, cebada y posiblemente escanda, una especie de trigo propia de países fríos, aunque en menos cantidad. También destaca la gran abundancia de legumbres que se ha localizado, como lentejas, garbanzos, habas y guisantes, que eran una importante fuente de proteínas.

Otras zonas del yacimiento han mostrado una amplia gama de cereales como trigo, cebada y posiblemente escanda.

Imagen aérea de la fortaleza cruzada de Arsur, sobre un acantilado frente al Mediterráneo.

Imagen aérea de la fortaleza cruzada de Arsur, sobre un acantilado frente al Mediterráneo.

Imagen aérea de la fortaleza cruzada de Arsur, sobre un acantilado frente al Mediterráneo.

(CC BY-SA 4.0)

El estudio también ha revelado que en la alimentación de sus pobladores no faltaban las especias, como el comino, que se utilizaba seguramente para sazonar la comida y que presenta grandes virtudes digestivas, así como la zanahoria, rica en betacaroteno (un elemento necesario para producir vitamina A). Las aceitunas también estaban muy presentes en la dieta de los cruzados de Arsur, tal como se desprende de los pequeños molinos para elaborar aceite que se han documentado en el yacimiento.  

Gracias a este innovador estudio y a los análisis comparativos con otros yacimientos de la zona, como por ejemplo Cesarea Marítima, los investigadores han llegado a la conclusión de que los cruzados basaban su alimentación en una dieta mediterránea bastante sana, aprovechando para su sustento los cultivos autóctonos como el trigo, la cebada, las legumbres y el olivo (aceitunas).